PRACTICAR LA AMABILIDAD

La amabilidad es la habilidad de amar y si lo pensamos bien, con una mirada muy amplia y generosa, todo lo que nos rodea es amable, es objeto de amor y puede ser amado. Hoy, en estos tiempos en que estamos, se requiere mucho amor, un amor práctico, un amor generoso, un amor cercano a quienes nos rodean y también a nosotros mismos. Las personas que están solas, que se sienten frustradas son personas amables, que podemos amar; las personas que están temerosas, que están ansiosas, que están desorientadas, también son personas amables; las personas que nos agreden, que están enojadas, frustradas con la vida, son personas muy amables, quizás unas de las que más necesitan de nuestro cariño, de nuestra comprensión, de nuestra voluntad amorosa porque lo que les falta es justamente es amor, ese abrazo para poder sanar el dolor que expresa su enojo.

La vida es amable, la naturaleza, los animalitos, las mascotas, los perritos, los gatitos, todas las especies también necesitan de nuestro aprecio y respeto. La sociedad necesita en este tiempo personas dispuestas a transformarla. Hay una frase muy linda en el libro El Principito que dice: “las semillas duermen en el secreto de la tierra hasta que un día, una de ellas, tiene la fantasía de despertarse” y cuando una semilla se despierta, cuando germina da paso a una planta, a una flor, a un árbol y finalmente a los frutos. Cuando tú, cuando yo, cuando todos desarrollamos y practicamos desde nuestro corazón con mucha bondad, con mucha consecuencia y coherencia el amor, estamos ayudando a despertarnos como una gran humanidad.

Y cuando hablamos del despertar de la conciencia o de la ascensión, tiene que ver con eso, con aprender a vibrar en una frecuencia más alta, a tomar conciencia amorosa de lo que pensamos, a tomar conciencia amorosa de lo que sentimos, a tomar conciencia amorosa de lo que hacemos, de nuestra actitud, a tomar conciencia amorosa de nuestro cuerpo, a tomar conciencia amorosa de los demás. Si alguien no está bien, el conjunto no puede estar bien; si hay un dolor de alguna forma es el dolor de todos.

A veces ser amables es escuchar un ratito a alguien, es compartir un alimento, es dar algo que alguien puede estar necesitando, es acompañar, estar ahí. Si trabajamos, hacer ese trabajo con amabilidad, no con molestia, resistiéndonos a lo que hacemos porque si ponemos amor a lo que hacemos va a producir los mejores frutos. Si estás estudiando, estudia pensando en que eso es bueno para ti y que el día de mañana, lo que tú vas a lograr, puede impactar en la vida de los demás como algo positivo. Hay que amar entonces todo lo que somos y todo lo que hacemos.

Un día vamos a poder despertar a una nueva forma de entendernos y estar juntos como seres humanos y juntos con las demás especies. Seamos amables con nosotros mismos, con los demás y con todos los seres que hay en la Tierra, porque juntos compartimos este maravilloso viaje que nos lleva a la plenitud y a la felicidad.

Un abrazo lleno de luz, amor y amabilidad para cada uno y cada una de ustedes.

 

Hernán Patricio Díaz

Psicólogo – Terapeuta Transpersonal

Síguenos:

Espacio Crístico Copyright© 2020

CONTACTENOS