Conciencia Crística – Espacio Crístico

CONSCIENCIA CRÍSTICA: AMOR Y UNIDAD

¹ Varias personas me han escrito en el último tiempo queriendo saber más sobre el significado de Espacio Crístico y lo que representa y creo que éste es un buen momento para compartir algunas luces de este concepto.

La conciencia crística es la Conciencia del Cristo que vive en cada uno de nosotros entendiendo por Cristo la realidad divina que vive en lo íntimo de nuestro ser, que es nuestra esencia. Jesús llamado el Cristo representa la encarnación de esta energía en la Tierra. Es una conciencia que nos recuerda todos somos uno con todo lo que existe y qué estamos unidos a la Fuente Divina que algunos llaman Dios. Se trata entonces de una energía cristalina, pura y transparente como el cristal, que naturalmente busca la unidad entre los seres y que se corresponde con una dimensión muy elevada del amor, llamada también quinta dimensión.

Lo maravilloso de esta energía es que lleva muchas eras despertando en las almas de Gaia (Tierra) y ahora, en estos tiempos complejos en qué nuestra manera de relacionarnos con los demás, con los seres de otros reinos y con el planeta nos ha llevado a un peligroso extremo, nos invita a una profunda transformación para poder pasar a un siguiente nivel como humanidad y así evitar la desaparición de nuestra especie. Como hablamos de energía tiene que ver el fondo con una vibración cuyo origen está en el corazón, el espacio sagrado donde reside nuestro espíritu y del que nacen los sentimientos más nobles como la paz, la compasión, la generosidad y la alegría como expresiones del amor.

² Les invito a conectarse con esta energía y manifestarla urgentemente en el mundo, lo

que no es muy complicado, pero sí requiere decisión. A modo de ejemplo se trata de:

1- Ver en cada ser humano y en cada ser viviente una extensión de mí, qué debo tratar con el mismo respeto y cariño. Por lo mismo lo mejor sería alimentarnos de manera vegetariana.

2- Ver al planeta como lo que es una gran Madre y dadora de vida que no podemos seguir tratando con desamor ni contaminando. Nuestra Madre nos habla en cada evento que está sucediendo ahora a nivel mundial.

3- Poner nuestra atención en lo esencial de la vida y renunciar al consumismo y materialismo, que tantos efectos negativos psicológicos, físicos y ecológicos causa.

4- Aprender a profundizar nuestra mirada y trascender las creencias que nos limitan. Es decir, abrirnos a la posibilidad de infinitas formas de existencia como las angelicales, los duendes, las hadas y seres extraterrenos que habitan esta bella esfera y no temer encontrarnos pronto con nuestros hermanos galácticos, que nos recuerdan que somos viajeros cósmicos y que nos queda mucho por descubrir y aprender.

5- Integrar dentro de cada uno y cada una la energía femenina y masculina en forma equilibrada para para comprender que en el universo existen para la manifestación sabia de la vida.

6- Y vivir en un estado de amor y alegría y comprensión y generosidad que haga posible el encuentro entre todos los pueblos de razas.

Entonces, dejemos renacer en nuestros corazones a Jesús y así hacer florecer las semillas

crísticas de amor y unidad que sembró hace más de 2 mil años para nuestra transformación espiritual y actual ascensión a una dimensión de eterna luminosidad: la era dorada de una nueva humanidad.

Hernán Díaz Bustamante

Psicólogo – Terapeuta Transpersonal

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