APRENDER A ESPERAR

Podemos esperar la noche contemplando el atardecer y aguardar el día naciente en compañía del cielo estrellado.

Podemos esperar la lluvia sabiendo que el cielo oscuro, el aire tibio y el silencio previo, traerán el agua que nutrirá la tierra.

Podemos esperar la llegada de un ser querido, en una estación, en una puerta, en una esquina, en un lugar, teniendo la certeza que esos minutos son la antesala de un anhelado encuentro.

Podemos esperar el nacimiento de una nueva vida, observando el proceso, el crecimiento, admirando como fluye una nueva esperanza en cada latido y movimiento hasta el instante preciso donde estalla esa nueva vida.

Podemos esperar el invierno, pisando las hojas caídas y bebiendo del néctar de los frutos estivales que sin las flores previas no hubiera podido disfrutarse.

Podemos esperar por nuestros sueños, sabiendo que cada vez que los sentimos, le damos vida, los ponemos en palabras y acción, nos vamos acercando al día en que estos sean realidad.

Podemos esperar, aprender a esperar y en la espera sembrar en nuestro corazón la paz, la templanza y la sabiduría para comprender que todo aquello que es para nosotros, espera que lo descubramos y lo encontremos en el preciso y sincrónico momento.

Tolska Barrientos Schlie

Terapeuta Floral

Maestra de Gendai Reiki Ho

Numeróloga